Muchas veces no nos atrevemos a hacer aquello que realmente queremos debido a que nuestra mente, como todas las otras mentes, se dedica a alzarnos barreras y obstáculos en forma de pensamientos negativos y limitantes o emociones fuertemente aversivas que nos paralizan o nos hacen huir.
Con ACT, aprenderás a librarte de esas trampas y barreras aceptando tus pensamientos y sentimientos en lugar de luchar contra ellos o sentirte culpable por los mismos. Con ACT aprenderás a sustituir la inútil necesidad de controlar tu mente por el compromiso con la vida.
Cuando nos enredamos en la lucha con nuestros pensamientos y nuestras emociones a menudo lo que pasa es que perdemos el contacto con nosotr@s mism@s y lo que es importante en nuestra existencia, y esto puede llegar a condicionar nuestra vida y nuestras relaciones de forma muy acusada.
Esto ocurre porque muchas veces pensamos que para vivir la vida que queremos vivir primero tenemos que librarnos de nuestro malestar (ej. Cuando se me pase el miedo a conducir volveré a coger el coche, o cuando se me pase el miedo a volar, haré ese viaje que tanto me apetece). Es decir, estamos posponiendo una vida valiosa y las cosas que realmente queremos hacer hasta poder solucionar ese otro problema. Pero, ¿y si a pesar de ese dolor, de cómo te sientes, pudieras conseguir que tu vida se centrase en aquello que tú quieres en este preciso momento?
Objetivos de ACT
Muy resumidamente puede decirse que ACT tiene un doble objetivo:
- Identificar aquello que es importante en la vida de la persona, es decir, aquello que hace que la vida sea satisfactoria y merezca la pena ser vivida
- Aprender a aceptar aquellos aspectos de la experiencia interna (ansiedad, obsesiones, tristeza, miedo etc), que la persona ha estado intentando modificar sin éxito, de forma que estos no paralicen a la persona y/o no supongan obstáculos insalvables en su búsqueda de una vida valiosa.
Aceptar nuestros eventos internos implica aprender una nueva forma de relacionarnos con nuestros pensamientos, emociones y recuerdos. En vez de intentar controlarlos o suprimirlos, lo que haremos será dejarlos estar ahí y aprender a mirarlos desde la distancia, sin juzgarlos. Esto a su vez nos conduce a una forma distinta de autoconocimiento. La evidencia científica nos muestra que, muchas veces, el origen de los problemas psicológicos está precisamente en esa intención de controlarlos o de suprimirlos, ya que lo que suele ocurrir es que en lugar de desaparecer, persistan e incluso se hagan más fuertes.
Para aprender a distanciarnos y no enredarnos con nuestras emociones y pensamientos podemos utilizar varias herramientas como por ejemplo el mindfulness, a través del cual educamos nuestra atención, nuestra capacidad de estar en el momento presente, y nuestra habilidad para observar los contenidos de nuestra mente sin juzgar y con distancia.
La flexibilidad psicológica
Un objetivo central de ACT es desarrollar la «flexibilidad psicológica». Se ha demostrado que cuanto mayor es nuestro nivel de flexibilidad psicológica, mayor es nuestra calidad de vida.
La flexibilidad psicológica es la capacidad de adaptarse a una situación con franqueza, conciencia y apertura, para así poder emprender acciones eficaces guiadas por nuestros valores.
Hay dos componentes clave para la flexibilidad psicológica:
- La capacidad de estar psicológicamente presente y en contacto con nuestra experiencia: se trata de lo contrario a andar con el piloto automático. Es un estado mental comúnmente conocido como «atención plena». El mindfulness te permite ser plenamente consciente de tu experiencia aquí y ahora, con actitud de apertura y curiosidad. Implica estar comprometido en lo que se está haciendo para reducir la influencia y el impacto de pensamientos dolorosos y sentimientos.
- La capacidad de emprender acciones efectivas. En otras palabras, tomar acciones conscientes y deliberadas inspiradas por nuestros valores, en lugar de actuar por impulsos o dominados por nuestros pensamientos y/o emociones.
Dicho de manera más simple, la flexibilidad psicológica es la capacidad de estar presente, abrirte a lo que está sucediendo a tu alrededor y hacer lo que importa.
A medida que aumenta nuestra flexibilidad psicológica, podemos manejar con mayor eficacia los sentimientos difíciles, desvincularnos de los procesos de pensamiento inútiles, elevarnos por encima de las creencias autolimitantes, concentrarnos y participar en lo que se está haciendo, y cambiar comportamientos ineficaces o contraproducentes para poder construir una vida más plena, significativa y satisfactoria.
Como conclusión y para terminar podemos decir, parafraseando al creador de ACT Steven C. Hayes, que ACT consiste en salir de tu mente para entrar en tu vida!!